martes, 25 de junio de 2013

Maternidad interrumpida

La muerte a todas nos teje una red en la que inexorablemente nos captura. A unas personas antes que a otras.
Hasta entonces, nos ocurre la vida. Y es en la vida donde debemos dar la cara, entre otras, a las pérdidas de seres queridos, amados y/o deseados.

Hay un aspecto entre tantos del que quisiera profundizar, este es el duelo de los seres deseados. Un duelo que surge cuando la cigüeña se pierde. Cuando por diferentes motivos, voluntarios o involuntarios, el fruto concebido, anhelado, deseado y querido no llega a nacer.

El duelo por la cuna vacía, por un bebe que en algún momento del embarazo se pierde, es un duelo que muchas mujeres, muchas parejas viven. Es una realidad, inflada de falsos mitos, que nadie está preparada para vivir. De repente, aquella buena nueva, que se precarga de imágenes, expectativas y proyectos, simplemente se desvanece.

El vientre fuente de orgullo y esperanzas se transforma en una vasija vacía del deseo más apreciado. Así surge de los albortos indeliberados. A partir de aquí, una mezcolanza de sentimientos de culpa y desesperación se apoderan de una madre y un padre frustrados. Se produce una gran tristeza y desilusión. Al lado de ello, estos dolientes asisten a que su herida se convierte en tabú, es un tema que a la sociedad le  desagrada y del que no se quiere hablar. Surgen palabras de consuelo como: “eres joven, tendrás otros” o “céntrate en los hijos que ya tienes” o “te recuperaras pronto y podrás…” para no enfrentar y confrontar una realidad que contraría, irrita y perturba.

El fin de un sueño, del deseo de dar vida, de crearla para luego compartirla, un sublime acto de amor y generosidad se trunca y da paso a una situación: cómo afrontar la pérdida.

Es este un desierto de dolor de talla inconmensurable con una desgarradora experiencia de soledad. Una de las heridas más grande que, además, no se ve.

Como breve conclusión de este post, dicen que “lo que hace bello un desierto es que en algún lugar esconde un pozo de agua fresca” y mi deseo, para las dolientes de este vasto duelo, es que lleguen a encontrar su pozo para saciar la sed en su travesía por el desierto!!

¡¡es por ti, "amor", que sufres ahora el zarpazo del dolor por la pérdida!!


Referencias bibliográficas:
  • Cuando la cigüeña se pierde. Ángeles Doñate y Patricia Pozo. 2010. Editorial Océano. Barcelona, España.
  • La Cuna Vacía. M. Àngels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové y Emilio Santos. 2009.  Editorial La Esfera de los Libros. Madrid. España.
  • Maternidad interrumpida. Manuela Pontos. Editorial Ágora. 2009. San Pablo Brasil.

martes, 11 de junio de 2013

la salud, lo más importante

Saber lo que es importante, lo más importante de verdad.
Si quieres gritar, grita, si quieres saltar, salta, pero si lo que quieres es vivir, acepta y da la cara. La vida es un baile. Baila tu canción. Escucha el son, sigue el ritmo que te marca y gira con los brazos en cruz. Abre los ojos y siente el aire en tu rostro. Tu corazón late con la misma cadencia que los pulsos de la Tierra, no permitas que se rompa el equilibrio o si está perturbado, restablécelo. Sí amas la vida y sabes bailar, pon la música apropiada, con o sin pareja, entra en la pista y baila, baila hasta la extenuación.
Dicen que la acción que se práctica en un entorno armonioso se funde con y en beneficio del TODO.
Hacía aquí nos llevan los caminos: “converger con la vida”. Que tu fuerza vital se sume con la energía de la VIDA en una sinergia justa para que se dé la salud que suspiramos.
Que las músicas no acaben de sonar y apréndete la letras y las notas de los pentagramas. Que al llegar al final y te pregunten cuánto has bailado y cantado saques tu diario y no acabes de enumerar.
Y, al igual que en el poema “Itaca” de Kavafis: “Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo, rico en experiencia, en conocimiento”...”
Ten siempre a Itaca en la memoria, Llegar allí es tu meta. Más no apresures el viaje. Mejor que se extienda largos años; y en tu vejez arribes a la isla con cuanto hayas ganado en el camino, sin esperar que Itaca te enriquezca. "Viaje a Itaca" de Constantin Kaváfis
Lo importante en la vida se da en cada paso, en cada latido, en sus sístoles y diástoles, en su  sucesión concatenada de pequeños instantes y hay que experimentarla como se presenta.
Sí lo que quieres es tener salud en la vida, esta es la máxima: Sentirla, Ensayarla y Recibirla. ¡Déjate SER con la VIDA!